Volverse loco...
Desde bien pequeños, antes de lo que deberíamos, sentamos a los niños en una silla, con su mesa y con un montón de libros en sus cajoneras. Los que hemos trabajado con esas edades tempranas siempre nos hemos quejado de lo difícil que es. "¡Es para volverse loco!".
Un niño sentado durante unas 5 horas en una silla. "Estate quieto". "No te levantes". "No me interrumpas". Los niños se mueven y es una realidad. Es necesario el movimiento para su aprendizaje. Claramente, necesitamos cambiar las estructuras de la clase antigua. Igual que ya no tiramos de las patillas o les damos con la regla en los nudillos, creo que debemos adaptarnos a la realidad que nos rodea y dejar de pensar en enseñar de la misma forma que a mí me enseñaron. Llevamos 20 años enseñando a los niños a leer igual, a sumar igual. De hecho, hemos ido para atrás.
Recuerdo perfectamente mi sesión de "Trabajo Personal" a primera hora de la mañana. Todas las tardes, al llegar a casa, jugaba porque al día siguiente tenía tiempo suficiente para hacer los deberes en el colegio. Después los corregíamos a la hora siguiente. Ahora, esos deberes los tienen que hacer en casa y, así, sumamos un rato más de estar sentadito en casa a las horas que ya están sentados en el cole.
Qué sistema educativo tan útil tenemos. Plástica, Educación Física, Música son áreas que en el horario se tienen que ver reducidas porque el alumno tiene que aprender a leer en la etapa de Educación Infantil, multiplicar en 2º de Primaria y poner las tildes en 4º de Primaria. Y por supuesto, la importancia del Inglés. Y aún así, todos agobiados porque no cumplimos la programación.
Pero no nos paramos a analizar, para variar, si el fallo es nuestro. Sinceramente, es para volverse loco porque lo que estamos haciendo es de locos.
Si nos aprendemos una lista de palabras, mañana o cualquier día posterior, seguramente la hayamos olvidado. Un día aprendemos a montar en bicicleta. Es difícil olvidar a montar. ¿Por qué?
Inteligencias múltiples, aprendizaje cooperativo... Ya tenemos a nuestro alcance muchas metodologías que podemos aplicar en el aula que, claramente, están dando buenos resultados.
Os dejo un ejemplo de aprendizaje cooperativo en lectura. Me lo presentó ayer un compañero, que a su vez fue mi profesor, reflexionando sobre el cambio metedológico programado para el año que viene en el colegio.
Espero en los próximos años ver cómo se incorporan estas nuevas metodologías, más apropiadas para el aprendizaje de nuestros alumnos, y espero tener la oportunidad de participar y contribuir en el camino.