Excedencia
Como no podía ser de otra manera, retomo el blog con el tema que ocupa mi vida en estos momentos. Ahora que me da algún respiro que otro, a ver si puedo ser más constante...
Mi bebé tiene casi 5 meses y me he visto en la situación de tener que decidir si me incorporo al trabajo o pido una excedencia. Sé que simplemente el planteamiento me hace afortunada de poder elegir. Después de mucho pensar en mis alumnos y sus familias, decido pensar en mí y en mi familia. Son muchas las dudas que me asaltan a la hora de tomar este tipo de decisiones pero, por fin, ya lo tengo claro. Si pudiera trabajar desde casa, lo haría, pero mi profesión no me lo permite.
Que conste que no me considero mejor madre por tomar esta decisión ni peores a las mamás que deciden incorporarse teniendo la oportunidad de no hacerlo. Cada uno es libre de poner en la balanza su situación personal y profesional, y decidir lo que quiera teniendo todo el derecho a no ser juzgado.
Todo esta situación me ha llevado a reflexionar sobre las bajas maternales. Experta ya en lectura de artículos referentes a bebés, se te pone la carne de gallina cuando la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses. En España, imposible. En otros países de Europa, de nuevo, nos llevan la delantera en este sentido. Que alguien me explique cómo lo hacemos... Las 16 semanas (que no llega a los 4 meses) claramente es insuficiente. Después llega la posibilidad de acumular las horas de lactancia y puedes estar un mes más con tu bebé. Ya tiene 4 meses y medio. ¿Y ahora qué? Qué triste que una madre no pueda estar el primer año de vida de su hijo a su lado. Por lo menos ese primer año, que son bebés y que necesitan de su madre.
La decisión tiene que pasar, por desgracia, por un desembolso económico. Si no cuentas con los benditos abuelos, las alternativas están claras: contratar a una persona para que esté con él o guardería. Ese primer año de guardería... que se pasan más tiempo en casa que allí, ya que son capaces de coger todos los virus habidos y por haber. Lo que lleva a la contratación de una persona para que se quede en casa mientras la enfermedad... Esa persona que pretendes que sea de máxima confianza pero que inevitablemente se convierte en una preocupación porque siempre da un poco de "yu-yu" dejar a tu retoño con alguien que no conoces.
En fin, un lío. Una vez tomada la decisión, estoy segura de que no me voy a arrepentir. Sé que cuanto más espere a incorporarme, más me costará separarme de él. Sé también que en muchos casos no está bien visto... pero es lo que hay.
Desde aquí, mis disculpas a todas las familias de mis alumnos, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad de disfrutar de mi hijo.