Solo nos queda confiar.

Confiar en las personas que nos rodean. Volver a encontrar el foco.

Llegará un momento en que nos daremos cuenta de la importancia de los demás. Que darnos es la mejor manera de recibir. Que estamos de paso. Que esto es un ratito de nada. Que la felicidad se encuentra en momentos de felicidad. Que encontrarás piedras en el camino y que, si nos paramos a pensar, nos servirá de aprendizaje.

Aprendamos a gestionar las emociones y dejémonos sentir.

Dejemos a la gente ser libre, ser ellos mismos, respetemos las decisiones de los demás, dejemos de avasallarnos los unos a los otros.

Basta de mentiras, de egoísmos, de atacarnos, de echar balones fuera. Hagamos autocrítica y dejemos de ser tan protagonistas de las vidas de los demás.

Dejemos este ambiente irascible que se hace irrespirable. No puedo respirarlo más. Me falta el aire.

Solo nos queda confiar en que volveremos a encontrar el foco.