La empatía
En más de una ocasión me han preguntado los alumnos de prácticas del colegio (realmente entrañables y cariñosos) qué valores creo yo que debe tener un maestro de Primaria. Este post se lo dedico a ellos.
Siempre han obtenido la misma respuesta… La empatía. No como maestro, sino como ser humano, como persona. Hay que ponerse en el lugar del que tenemos delante. En el lugar del niño, el lugar de la madre, el padre, de los padres como pareja, incluso de la pareja del padre o de la madre (que las estructuras familiares ya no tienen nada que ver con las de antes). Hay que intentar tener empatía con la vida, con los momentos que vivimos…
Por lo tanto, los valores de un maestro, a parte de la paciencia, las ganas de aprender y reciclarse, las ganas de enseñar, saber estar, dejar los problemas personales fuera del aula, etc, deben intentar ser los mismos valores que podríamos resaltar en una buena persona. Sed buenas personas.
Cuando un alumno llora amargamente por lo que a ti te parece una tontería, ponte en su lugar. Así de bajito, con esa edad, mirando a tu "seño" hacia arriba y deseando que te preste su apoyo y comprensión. Deja de ser una tontería. Pasa a ser un problema realmente importante que le está afectando.
Sin empatía no llegamos a ser buenas personas. Muchas veces se critica y se discute sobre las envidias (valor que mueve el mundo, estoy segura de ello). Si sabemos ponernos en el lugar del otro, no debería existir la envidia. Si sabemos ponernos en el lugar del otro, no habría malicia ni malos rollos. Porque antes de hablar, lo pensaríamos dos veces y nos preguntaríamos hasta qué punto estamos haciendo daño. Si esto fuera así, el mundo se movería en otra dirección y el sufrimiento sería, al menos, menor.