Papel arrugado

Empiezo a ver los partidos de fútbol otra vez. No es que no me cueste, pero puedo verlos. Cierto es que no dejo de pensar en ti cuando los veo... Vaya tela, papá... Vi la ida y la vuelta del Barça y el Atlético. Y hasta me lo pasé bien.

Espero que los momentos malos sean momentáneos y todo vaya a mejor. Espero empezar a ver los progresos de mis hijos como momentos que tú también ves y no tener la sensación de que te lo estás perdiendo todo.

Empiezo a escuchar música otra vez y empiezo a ver moverse el mundo con más normalidad. Aunque también lloro más. Parece, incluso, que te echo más de menos pero de una forma distinta. La tristeza es profunda pero ya no es angustia.

Es como un papel arrugado, pero estirado... Ya no soy una bola de papel.

Gracias por dejarme ver de nuevo la luz donde no la veía. Gracias por cuidarme aunque a veces no lo sienta. Gracias por sonreírme, aunque a veces no lo vea. Gracias por los abrazos, las palabras de ánimo, por gastarme bromas,... Sobre todo por eso. Por tu sentido del humor. Gracias porque puedo ver al Real Madrid otra vez y, sobre todo, por hacerme sentir mientras escucho música. Porque... algo tendrás que ver en todo esto... ¿no?