Floja...

Qué complicado es estar floja emocionalmente al frente de una clase de 31 alumnos y alumnas en plena pre-adolescencia. Sus cerebros, que se creen muy mayores, todavía no están preparados para sus propios sentimientos, pensamientos o reacciones del compañero.

Acabo de leer un artículo de elmundo.es que se titula "La motivación del docente es más importante que la del alumno", donde Pedro Sáenz-López Buñuel, catedrático de Ciencias de la Educación de la Universidad de Huelva y director del curso "Motivar en las aulas", dice que los profesores no debemos echar balones fuera. Está claro que la culpa de un aula desmotivada es del maestro/a, pero todos los consejos que da, ya los sigo. Espero que de sus frutos pronto porque de momento... está por ver.

Llevo un curso y un trimestre, con los mismos alumnos, empapándome de libros de educación emocional, trabajo cooperativo, aprendizaje basado en el pensamiento, prevención contra el acoso escolar trabajando la empatía, el respeto,... Le doy una importancia máxima a la escala de valores, a ser buenas personas y a cuidarnos los unos a los otros. Y siempre, por encima de Matemáticas, Lengua o Sociales. A veces da la impresión de que llegas a los que no lo necesitan y no llegas a los que lo necesitan de verdad.

Cuando uno no ve frutos, se desmotiva. Por eso me pregunto... ¿quién motiva a los profesores cuando estamos decepcionados o desilusionados? Cuando uno siembra... ¿recoge?

Estos momentos pasan y se pasan. Pero es imposible no pasar por ellos. Ellos aprenden y tú aprendes de ellos. Es el regalo de mi profesión. 

Nos tocan momentos difíciles y tenemos que buscar la ilusión para poder transmitirla a nuestros niños. Espero que el descanso del fin de semana haga que el lunes por la mañana pueda aparecer con una amplia sonrisa de "buenos días". 

Buen fin de semana a todos.