Qué os parece todos esos padres, madres, abuelos o abuelas de familia que paran en la puerta del colegio (y cuando digo puerta, digo mismísima puerta), en mitad de una calle de una sola dirección y por la que cabe solo un coche. Uno por uno, coche por coche y hacen lo siguiente:

Paran, ponen el freno de mano, salen del coche, les abren a sus hijos el maletero, les dan sus mochilas, les plantan un beso a cada uno, les dicen adiós con la mano (un "te quiero" o un "que pases un buen día"), se meten en el coche, quitan el freno de mano y arrancan. Así, uno por uno.

Para qué voy a aprovechar que el de delante lo hace para hacerlo yo (lo que vienen siendo tres metros detrás). Qué tontería. Prefiero que el de delante arranque y se vaya para parar yo otra vez a realizar la misma operación. Ya sé que los niños están en 1º y 4º de la ESO, y quedan solos en Diversia con sus amigos (y yo, que los veo, no saben estar solitos, los pobres). Yo, padre, madre, abuelo o abuela, les tengo que dar su mochilita, sacándola del maletero yo mismo y darles un besito, pero en LA PUERTA.

Así, todos los que van detrás. Que se esperen. Que como es hora punta, pues empezamos todos el día con mucha más emoción. Que para recorrer unos 100 metros, nos tiramos todos 20 minutos, que es muy divertido.

Así que mi enhorabuena a todos los empáticos mañaneros que me acompañan cada mañana en el atasco de la puerta del cole. Un besito y que paséis un día estupendo.