3 minutos

Tres minutos bastaron este agosto para decidir que este era el vídeo elegido para empezar mi presentación de mi reunión de padres en septiembre. 

Tres minutos que me emocionaron y que decidí proyectar para emocionar.

Tres minutos han bastado para emocionar a las familias de mi clase y emocionar esta tarde también a mis alumnos.

¿Qué intento enseñar a "mis niños"?

"Debéis apoyaros en vuestros padres. La vida es un camino con carteles que nos indican el camino correcto. Solo tenemos que mirar bien para verlos. Esos carteles son vuestros padres, vuestros tutores, Jesús y sus enseñanzas. Ese camino correcto no siempre es el fácil. Es más, suele ser el difícil. Si dudáis, mirad las señales de vuestras familias y de todos los que os queremos.

Muchas veces, no queréis ver esos carteles que os dicen por dónde tenéis que ir, porque no es lo cómodo, pero ahí están. Tenéis que aprender a decir que no; también a vuestros amigos. 

En ese camino os encontraréis piedras. No las rodeéis. Afrontadlas como una nueva experiencia y aprended de ellas. Y seguid. Luchad."

¿Qué mensaje pretendo dar a sus familias?

"Sois un modelo. Vuestros hijos aprenden más con lo que ven que con lo que oyen. Tenéis que acompañar a vuestros hijos en este camino. También debéis aprender a dejarles solos caminando. Dejadles autonomía, pero que sientan vuestra presencia. Sois sus ángeles, aunque a veces no lo quieran ver. No dejéis de estar. No tiréis la toalla. Pero tampoco los metáis en vuestra burbuja. Tienen que aprender a enfrentarse a los problemas. Tienen que aprender a afrontar las piedras de su camino. Se tienen que equivocar y tienen que aprender a luchar por lo que creen."

Tres minutos bastan para resumir estos mensajes. Y son estos (pincha):

Tres minutos para emocionarte. ¿Los tienes?